El apoyo de Europa a Ucrania a 700 días del conflicto ruso-ucraniano  

20 de diciembre

Víctor Raúl Aguilar


(c) imagen generada a partir de Microsoft Bing

Con el estallido del conflicto causado por Hamas en Gaza la atención mediática y la opinión pública europea se ha enfocado en la ofensiva israelí y el reinicio de una nueva etapa de hostilidades en dicha región. Por otro lado, la invasión rusa de Ucrania se ha extendido por 700 días y aún con los costos y efectos del conflicto en sus propias economías y territorios, Europa mantiene su apoyo al Estado ucraniano. Sin embargo, con el nuevo campo de conflicto en Gaza, los costos de la guerra y la inamovilidad de la línea del frente, tras un primer año de aciertos, es cuestionable la sostenibilidad del proyecto.

Habiéndose extendido casi dos años resulta creíble la sensación de una nueva normalidad para la mayoría de los europeos, una en la que conocen, aceptan y lidian con una guerra alejada de su espacio de desarrollo. Por supuesto, esto no es creíble para la población europea más afectada, más cercana al espacio del conflicto. Aún así, la percepción de esta guerra como una crisis, como una emergencia, pareciese haberse perdido.

Desde una perspectiva realista, los objetivos militares de Europa solo podrían conseguirse con la ayuda militar adecuada (aviones, municiones, armas, proyectiles de artillería e inteligencia estratégica); una ayuda bastante costosa. Aún existen quienes creen que la salida al conflicto podría alcanzarse mediante el diálogo, mas la historia parece ser argumento suficiente para demostrar la imposibilidad, o al menos su alto nivel de complejidad. Entre 2014 y 2022, Rusia y Ucrania sostuvieron alrededor de doscientas rondas de negociaciones y diversos intentos diplomáticos por frenar las hostilidades entre ambos tras la anexión de Crimea por parte de Rusia en 2014. Por ahora, la estabilidad del territorio está al final de un largo camino.

Aunque el apoyo europeo se mantiene, la situación y perspectiva de este parece haber cambiado con el paso del tiempo. ¿Podría ello desalentar el apoyo a Ucrania e inclinar la balanza a favor de Rusia? Definitivamente los gobiernos del viejo continente tendrán que evaluar la proporción del apoyo tarde o temprano, aunque, la construcción del conflicto como un bastión de la democracia en la región y punto estratégico clave contra Rusia predice la continuidad del apoyo a Ucrania.

Hay varias razones que alientan una posible evaluación, o reducción, del apoyo a Ucrania, algunas de las cuáles ya se han nombrado. El conflicto en Gaza, por ejemplo, ha desviado la atención de la opinión pública en Estados con amplia población musulmana, como lo es Francia. En esta ocasión, la opinión pública podría ser un buen indicador para predecir como irá el apoyo europeo a Ucrania en los próximos años.

El Consejo Europeo de Relaciones Exteriores ha estado siguiente las actitudes de la gente sobre la guerra en Ucrania desde principios del 2022. Según la última encuesta, en los últimos meses ha habido una caída modesta pero constante entre los europeos en su preferencia para seguir luchando. La opinión respecto a que la guerra termine lo antes posible, incluso si eso significa que Ucrania pierde partes de su territorio, predomina en Alemania, Italia, Rumania y Francia (a partes iguales en este último).

Ciertamente, hay pocos países donde la mayoría apoya que la guerra continúe y otros con una posición dentro de un rango más moderado. Sin embargo, en todos los países encuestados la opinión a favor de continuar la guerra, y el apoyo a Ucrania, ha disminuido desde enero de este año. Cabe resaltar, la encuesta fue realizada previo al estallido del conflicto en Gaza, por ello, los próximos resultados podrían ser aún más desalentadores.

El caso de Alemania es particularmente curioso, el país ha presentado la mayor reducción del apoyo a la continuidad de la guerra en comparación a enero de este año; teniendo en cuenta que, actualmente el partido de extrema derecha AfD, que se opone al apoyo a Ucrania, ocupa el segundo lugar en las encuestas, no es de extrañar ello. Sin embargo, ese escenario podría resultar preocupante para Kiev considerando que Alemania es su mayor beneficiario en Europa.

La encuesta revela también que la percepción de Rusia como principal obstáculo para la paz también ha disminuido levemente en todos los países europeos respecto a abril de 2022. El 52% de los encuestados todavía considera a Rusia como el principal obstáculo para la paz, mientras que menos de una cuarta parte (23%) culpa a Estados Unidos, Ucrania o la UE; sin embargo, hace 20 meses la proporción era del 60 al 19 por ciento. Por otro lado, el Eurobarómetro reportaba que, en Eslovaquia, Bulgaria, Chipre, República Checa y Grecia, más del 40 por ciento de la población no estuvo de acuerdo con que la UE debería seguir mostrando solidaridad con Ucrania.

Ello explica, en parte, el motivo por el cual partidos políticos que incluyen en sus plataformas políticas la suspensión o reducción del apoyo militar a Ucrania están teniendo éxito. En Eslovaquia, por ejemplo, el partido liderado por Robert Fico ganó las elecciones parlamentarias en septiembre asumiendo el compromiso de suspender el apoyo militar a Ucrania, una de las principales promesas que hizo durante su campaña. El caso de Países Bajos es otro ejemplo, donde el Partido de la Libertad de extrema derecha ganó las elecciones parlamentarias en noviembre manifestando su oposición a continuar el apoyo militar a Kiev,

En adición a ello, la reducción en la aceptación de los refugiados ucranianos, los problemas energéticos y alimentarios generados o el beneficio mayoritario de la industria militar estadounidense podrían considerarse como variables para predecir la reducción del apoyo al conflicto ucraniano.

Ciertamente, el conflicto parece estar convirtiéndose en una guerra estática, congelada, cuyo desarrollo estratégico es menester de otro tipo de análisis; mas cabe aclarar que, este conflicto extendido en el tiempo podría inclinar la balanza hacia el Kremlin gracias a una posible reducción del apoyo a Ucrania por todo lo expuesto. Queda pendiente analizar la resistencia y desgaste de Rusia frente a esta situación, ya que, tal vez, un conflicto en el tiempo de luz a una Ucrania victoriosa, pero eso es arena de otro costal.  

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